Septiembre 02, 2024
En un mundo cada vez más orientado hacia el desarrollo sostenible, las Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo (BIC) se han consolidado como un modelo empresarial que redefine el éxito corporativo al fusionar la rentabilidad con un fuerte compromiso social y ambiental. Estas sociedades no solo persiguen la maximización del lucro, sino que también integran metas que buscan generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, lo que resulta en una mejora de la reputación empresarial y la apertura de nuevas oportunidades en mercados y financiamiento.
A medida que el sector empresarial adopta metodologías que alinean sus operaciones con los objetivos del desarrollo sostenible, las Sociedades BIC emergen como una respuesta efectiva, ofreciendo ventajas comerciales mientras promueven el bienestar de los trabajadores, la protección ambiental y el interés general de la sociedad.
Este enfoque equilibrado permite a las empresas no solo atraer a consumidores conscientes, sino también asegurar un crecimiento sostenido y acceso a recursos preferenciales que fortalecen su competitividad a largo plazo.
Una Sociedad de Beneficio e Interés Colectivo (BIC) es una empresa que, voluntariamente, decide combinar sus actividades comerciales con acciones dirigidas a mejorar el bienestar de sus empleados, consumidores y la sociedad en general. Estas empresas, también denominadas de triple impacto, crean valor en tres dimensiones clave: la económica, la social y la ambiental.
Por medio de la Ley 1901 de 2018 se comenzaron a implementar estas sociedades, dando paso a que cualquier empresa que exista o se cree pueda adoptar voluntariamente la condición de Sociedad de Beneficio e Interés Colectivo BIC. De igual manera, gracias al Decreto 2046 de 2019 se reglamenta la conducción de Sociedades Comerciales de Beneficio e Interés Colectivo.
Este tipo de sociedades encaminan sus esfuerzos para cumplir con el propósito del triple impacto, a través de la aplicación de estas actividades:
El concepto de Sociedades BIC tiene sus raíces en Estados Unidos, donde surgieron como una respuesta a la creciente demanda de negocios que no solo se enfocaran en las ganancias, sino también en el bienestar colectivo. Estas empresas, conocidas internacionalmente como Empresas de Triple Impacto, rápidamente ganaron popularidad y fueron adoptadas en países como Italia, Reino Unido y España.
Colombia fue pionera en América Latina al implementar este modelo en 2018, a través de la Ley 1901 de 2018, que introdujo las Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo. Esta ley permitió que cualquier empresa existente o de nueva creación pudiera adoptar voluntariamente la condición de Sociedad BIC, comprometiéndose así a equilibrar sus objetivos económicos con un fuerte compromiso hacia la sostenibilidad y el bienestar social.
Las empresas que adoptan la condición BIC disfrutan de numerosos beneficios que fortalecen su posición en el mercado y mejoran su sostenibilidad a largo plazo. Algunos de los beneficios más destacados incluyen:
No solo las empresas que deciden convertirse a sociedades BIC tienen beneficios por hacerlo, también se benefician más sectores con la existencia de estas como los siguientes:
Las Sociedades BIC están sujetas a estrictas obligaciones legales que aseguran su compromiso con el bienestar colectivo. Según el artículo 5 de la Ley 1901 de 2018, el representante legal de la empresa debe elaborar y presentar un informe anual de gestión que describa detalladamente las actividades de beneficio e interés colectivo realizadas. Este informe debe ser aprobado por la asamblea de accionistas y publicado en la página web de la empresa.
A través de la Ley 1901 de 2018, se le encomendó a la Superintendencia de Sociedades la tarea de establecer los estándares que las sociedades BIC deben seguir para informar de manera cualitativa y cuantitativa sobre el progreso de sus actividades BIC. Estableciendo acorde a la resolución 200- 004394 de 18 de octubre de 2018 los siguientes requisitos:
El proceso para convertirse en una Sociedad BIC en Colombia está claramente delineado por la normativa vigente. Las empresas interesadas deben seguir estos pasos:
Una vez registrada, la empresa debe cumplir con una serie de obligaciones y estándares, como la elaboración de informes de gestión que detallen el impacto de sus actividades en la sociedad y el medio ambiente, siguiendo estándares reconocidos como la certificación de Sociedad Tipo B de B Corporation y los Estándares GRI.
De acuerdo al artículo 2.2.1.15.2 del decreto 2046 del 2019 los incentivos son:
ostentar la condición BIC, será tenido en cuenta como factor de desempate número 11 en procesos de licitación.
Esta se puede dar por decisión propia o por la declaración de la Superintendencia de Sociedades:
En caso de que se pierda la condición de BIC, deberá formalizarse esto ante la Cámara de Comercio para que en la razón social de la empresa ya no aparezca la expresión Beneficio e Interés Colectivo o BIC
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Si es la Superintendencia de Sociedades la que por medio de una declaratoria ha decidido quitar la condición de BIC a una empresa, ésta deberá esperar al menos doce meses para poder volver a adquirir esta condición.
La correcta asesoría jurídica respecto a adquirir la condición de sociedad BIC por parte de una empresa permite brindar soluciones de manera ágil y eficaz por medio de una firma de abogados expertos en Derecho Comercial y Societario que le preste apoyo y asesoría de manera personalizada, con el fin de obtener resultados positivos.
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